Yo creo que la gente, cuando es inteligente y
completamente normal, no debe pretender el ser rara
y extraña, porque llega al absurdo inventado.
Si alguna vez descubre usted alguna ley, sea
usted prudente y no trate de aplicarla. Ha
descubierto la ley…, es bastante. Porque si esta ley
es física y trata de aplicarla en una máquina,
tropezará con la materia bruta; y si es una ley
social, tropezará con la brutalidad de los hombres.
El mundo, para nosotros, es representación, como
decía Schopenhauer; no es una realidad absoluta,
sino un reflejo de ideas esenciales.
La muerte es alguien que se retira de sí mismo y
vuelve a nosotros. No hay más muertos que los
llevados por los vivos.
Sólo los tontos tienen muchas amistades. El
mayor número de amigos marca el grado máximo en el
dinamómetro de la estupidez.
Si quieres hacer algo en la vida, no creas en la
palabra imposible. Nada hay imposible para una
voluntad enérgica.
Aunque tengamos la evidencia de que hemos de
vivir constantemente en la oscuridad y en las
tinieblas, sin objeto y sin fin, hay que tener
esperanza.
Cuando el hombre se mira mucho a sí mismo, llega
a no saber cuál es su cara y cuál es su careta.
A una colectividad se le engaña siempre mejor
que a un hombre.
La ley es inexorable, como los perros: no ladra
más que al que va mal vestido.
Es que la verdad no se puede exagerar. En la
verdad no puede haber matices. En la semi-verdad o
en la mentira, muchos.
Buscar la unanimidad por la violencia es labor
baldía.
Son los inocentes y no los sabios los que
resuelven las cuestiones difíciles.
Me pareció tan bonita que no podía recordar
luego cómo era.